miércoles, 5 de mayo de 2010

El desarrollo y las minas Colquiri - Bolivia


Recuerdo como fue esa entrevista, había estado trabajando en el Instituto Nacional de Reforma Agraria “el controversial sector publico” y el estilo de trabajo de oficina si bien tiene sus satisfacciones, no es un campo real para lo que yo quería emprender trabajar con la gente, vivir la pobreza los problemas y los cambios de cerca, así que me entreviste con la Fundación de Minería e Industria y la compañía Sinchi Wayra una minera reconocida en Bolivia, realmente al verme creo que no cumplí sus expectativas al ser “mujer” , no se imaginaban una mujer citadina yendo a vivir en el frio de una comunidad minera por ende repleta de hombres machistas y cerrados, no soportaría capacitar y trabajar dentro de una mina, el carácter de los hombres mineros y mucho menos la vida aburrida y monótona de un campamento minero. Bueno yo estaba dispuesta a convencerles que una mujer es aún más capaz de cumplir con el trabajo, el objetivo del trabajo era la capacitación y el desarrollo de vida de la población minera llamada Colquiri, realmente me parecía un buen comienzo para lo que quería hacer en mi vida, puse tanta convicción en mis palabras que decidieron probar conmigo, y me contrataron, deje tantas cosas por este trabajo, deje a mi actual novio, mis amigos, mi vida social, a mi familia. Nadie comprendía porque lo hacía irme a un pueblo a trabajar, no es una meta que muchos jóvenes profesionales tengan, al contrario el tener una oficina buena en la ciudad es la meta de la juventud aún.

Fue un miércoles que me fui, tenia 3 compañeros de casa, Ruth una bióloga divorciada que trabajaba mucho tiempo en la empresa y se encargaba de la parte de educación ambiental con la comunidad, Leonel sociólogo y trotskista que estaba buscando algún lugar para irse aburrido de la ciudad, David, Ingeniero de Minas que iba a apoyar en la parte técnica a los mineros y yo, Comunicadora encargada de mejorar el desarrollo de la comunidad, considero hasta ahora que los hombres no me vieron como una amenaza para su trabajo, pero Ruth es alguien a la que no le agradaba mucho que una chiquilla fuera a quitarle su lugar privilegiado dentro de los compañeros y dentro de su trabajo, recuerdo que siempre decía “estos jóvenes, con ideas locas para trabajar, es mejor siempre hacer lo conocido y no probar nuevas cosas”.

La primera semana en Colquiri no deje de llorar, todas las noches lloraba y quería irme de este lugar!! era tan desolado, frio y monótono que no comprendía que me había impulsado a dejar todo, los mineros eran más duros de lo que había imaginado y mi carisma y simpatía no los cautivo para nada, al contrario pensaron que era una muchachita loca que quería coquetearles así que tuve que cambiar de estrategia, la comunidad estaba llena de hombres en su mayoría, y las mujeres que habían eran muy introvertidas y siempre estaban en casa, siempre bajando la cabeza al hablar y atendiendo muchas veces a un marido que cada viernes se iba a tomar y le daba su paliza semanal. Aún no comprendía que hacia allí, y creo que mis jefes también pensaron lo mismo, me veían muy triste, desanimada y hasta más delgada estaba por extrañar mi ciudad, mi casa y mi realidad más cómoda.

Recuerdo bien que me impulso a seguir en este trabajo, un día sábado conocí una familia muy interesante, donde la cabeza de familia era la madre como en muchos otros casos de Bolivia, Doña Martha era cocinera tenias 10 hijos y su esposo se encontraba en la ciudad en una cama de hospital al haberle explotado una dinamita en la pierna izquierda cuando trabajaba dentro de la mina, las hijas 6 mujeres, ayudaban a la madre con el comedor popular que tenían para los mineros, 2 de los hijos hombres trabajaban en la mina y los 2 hombres más jovencitos aún estudiaban pero no ayudaban en la casa porque eran hombres y solo se dedicaban a llegar borrachos a la casa.

Fue por doña Martha, por el esposo que encontré el verdadero significado de trabajar en la mina, por las niñas que trabajaban junto a su mamá y merecían tener un mejor futuro en su comunidad, por los miles de jóvenes hombres machista que teníamos que eliminar. Había tanto que hacer que comencé esta aventura…

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